7 DE OCTUBRE, DÍA INTERNACIONAL POR EL TRABAJO DECENTE

. martes, 7 de octubre de 2014
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Hoy 7 de Octubre, jornada Mundial por el Trabajo Decente, desde la UJCE reivindicamos una vez más el derecho de las y los trabajadores al trabajo digno y decente. Una vez más, nos unimos de nuevo a la llamada de la Confederación Sindical Internacional, con el objetivo de seguir reclamando trabajo decente y la unidad de las y los trabajadores de todo el mundo para organizarnos ante los constates ataques de la burguesía.
Paro y precariedad, son nuestras crisis permanentes. Antiquísima consigna de la UJCE que hoy en día cobra especial relevancia por su aplastante realidad para los miles de jóvenes que a lo largo y ancho de Castilla-La Mancha sufren las repercusiones de las políticas neoliberales del PPSOE.
El 7 de Octubre se convierte por sexto año consecutivo en un día de lucha, donde los sindicatos de todo el mundo, con una sola voz, reclaman los derechos fundamentales de la clase trabajadora.
La triste realidad de nuestra región implica, que el tener un trabajo no significa dejar de ser pobre. Lamentablemente, las condiciones laborales de nuestra región, son de las peores de todo el estado; el orden del día corresponde a que con salarios en negro, sin cobertura de seguridad social, contratos de media jornada con horas extras sin representación sindical y sin negociación colectiva, no existe la democracia.
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España en Castilla-La Mancha, hacemos un llamamiento a toda la juventud trabajadora, estudiante, sindicada y no sindicada, a salir a la calle en este 7 de Octubre, a reclamar algo que por derecho nos pertenece, un trabajo digno, de calidad y estable.
Contra la precariedad, trabajo digno

Transformar la sociedad para ganar la universidad, ganar la universidad para transformar la sociedad

. lunes, 6 de octubre de 2014
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El gobierno al servicio de los monopolios y la troika está usurpando la democracia al conjunto de la clase trabajadora al subordinarse a los mandatos de los poderes económicos, y concretamente en la universidad está robando el futuro a las jóvenes mediante el aniquilamiento de nuestra formación. Las subidas de tasas y recortes en becas, junto a la nueva reforma universitaria, tienen como misión fabricar una universidad que deja a las estudiantes entre la expulsión y el endeudamiento, y a toda la juventud entre el paro, la precariedad y el exilio.
La brutal subida de tasas universitarias (hasta el 100% en algunos territorios), sumado a las restricciones en la política de becas, ha generado consecuencias sociales dramáticas y desde 2011 son ya más de 44.000 estudiantes las que han tenido que dejar sus estudios, en un país en que sólo un 16% de estudiantes recibe algún tipo de ayuda al estudio.
Debido a la subida de tasas y a los recortes en becas presentes y futuros –este curso habrá, pese a las mentiras del gobierno, 6 millones menos para becas– se generaliza el fenómeno del estudiantado que no puede pagar su matrícula universitaria y de estudiantes que tienen que recurrir a créditos con entidades bancarias para continuar sus estudios. Algunas comunidades autónomas ya han implementado estas becas-préstamo por la que los bancos conceden un crédito al estudiante, que estará bajo la soga de la deuda al salir de la universidad.
Junto a ello, tiene lugar un proyecto de reforma del sistema universitario que amenaza con convertir nuestras facultades en fábricas de paradas y jóvenes condenadas a la precariedad: se plantea reducir las carreras universitarias de 4 años –recordemos que ya en 2010 se bajaron de 5 a 4– a 3 reduciendo y degradando nuestra formación, cerrar facultades y universidades y suprimir titulaciones, así como robar la poca democracia que quedaba en las universidades y hacer que los claustros y juntas sean designados por los gobiernos autonómicos.
Este es el modelo de universidad que han acordado el Partido Popular y el Partido Socialista, una universidad donde la democracia ya no tiene lugar porque se adapta y adapta a sus estudiantes a una sociedad donde hace ya tiempo que no hay posibilidad alguna de democracia para la clase obrera.
Frente a ello debemos reclamar desde las escuelas y facultades que es necesario un proceso constituyente para conseguir una universidad pública que garantice a todas las jóvenes el derecho al estudio y unas condiciones dignas para el acceso al mercado laboral, porque sólo una universidad democrática es garantía de una sociedad democrática. Es necesario ganar la universidad para transformar la sociedad, y transformar la sociedad para ganar la universidad.

Por ello la Juventud Comunista llama al conjunto de estudiantes universitarios a organizarse contra los ataques del capital, a reclamar una universidad accesible para la clase trabajadora, a decir bien alto que no toleraremos que nos roben la universidad y la democracia.

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