Construir la Universidad

. jueves, 11 de diciembre de 2014
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La educación es un derecho irreductible de la mayoría obrera y popular de nuestro Estado. Sin embargo, este derecho está siendo atacado. Los y las estudiantes sufrimos constantemente una serie de ataques mientras nos encontramos en nuestra fase de formación para poder acceder a un mercado laboral, o incluso las que ya nos encontramos en esas condiciones laborales, somos empujadas al paro o la precariedad o el exilio.
Una de las enseñanzas mas atacadas es la enseñanza superior o Universidad. Hace ya unos años sufrió uno de los ataques más atroces. El ataque se llamaba “Plan Bolonia”. Dicho plan, lo que nos prometía era unos niveles de movilidad, empleabilidad y especialización que no solo no se han cumplido, sino que se han retrocedido sensiblemente en esos campos. A su vez, se ha producido una elitización de la Universidad al haber muchos y muchas estudiantes que no han podido acceder a ella ya que el precio de las matrículas han subido de una manera casi exponencial, y de ahí que no hayan podido costearse los estudios. A esto, hay sumarle la subida en el precio de los títulos de postgrado o máster, los cuales son necesarios para la especialización requerida para poder acceder al mercado laboral, pero que por los costes que suponen o no se pueden pagar o es necesario pedir hipotecas de estudio.
Y sumando todo lo anterior, actualmente lo que está sobre la mesa es, por así decirlo, un “Plan Bolonia 2.0”, el llamado Modelo 3+2. Este nuevo plan universitario lo que propone es una rebaja de un año en los grados y una subida de un año en los máster. De una forma a priori, lo que supone es un mayor endeudamiento del estudiantado. Según el Ministerio de Educación, este plan se encuentra en toda Europa. Sin embargo, esto totalmente falso. El modelo 3+2 no es mayoritario ni hegemónico en Europa, sino que en su lugar prima la combinación de ambos modelos. Pero lo que supone este modelo es una mayor devaluación de los contenidos académicos en la carreras, un brutal encarecimiento de los estudios al aumentar los años de máster y una inseguridad y desigualdad entre universidades, carreras y estudiantes al convivir hasta tres tipos de estructuraciones de estudios superiores o universitarios. Además, con los recortes en la becas MEC, el estudiantado si no se puede costear él la carrera, tendrá que recurrir a las ya mencionadas hipotecas de estudio.
Y todas estas cuestiones repercuten directamente en los y las estudiantes. La llamada empleabilidad que aseguraba el “Plan Bolonia” y repite el Modelo 3+2, se ha traducido en una casi inexistente salida al mercado laboral a excepción de la precariedad o el exilio; la especialización ha supuesto un descenso de matriculados en másteres ofertados en la Universidad Pública y un aumento en la universidad privada, además del endeudamiento con los bancos para poder seguir estudiando; y la movilidad no se produce por el recorte en becas como las Eramus o las Séneca, a excepción del exilio económico en busca de trabajo.
 
Por todo ello, es necesario construir un poder popular organizado, movilizado y visible en la calle en defensa de la Educación Pública y, a partir del cual, se pueda forzar y pedir que se desarrolle un proceso constituyente en el que, además de muchas otras cuestiones, podamos decidir qué modelo de Educación Universitaria queremos, ya que como dijo K. Marx “necesitamos otra educación para otra sociedad y otra sociedad para otra educación”.
 

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