Resulta que el Ayuntamiento ha decidido que las obras en la Calle Mayor no se detengan por la noche. Dicen que se trata de no perjudicar más al pequeño comercio.
El cambio de planes supone tres cosas;
- Pretendían acabar el periodo ordinario las obras antes de Navidad. No han sido capaces, por lo que podemos hablar de mala planificación. Quizá sea más apropiado hacer estas obras en verano, cuando se causa un perjuicio menor a los comerciantes y puede que haya más vecinos ausentes -de vacaciones-.
- Las jornadas por la noche hacen ruido por encima de los decibelios permitidos en las propias ordenanzas del Ayuntamiento. Podría suceder que un vecino, en la zona hay comerciantes pero también vecinos, llamase a la policía local porque "alguien" esté sobrepasando los decibelios permitidos entre las 12 de la noche y las 8 horas.
- La jornadas por la noche cuestan más. El Ayuntamiento gasta más.
Podemos concluir que por una mala planificación, el Ayuntamiento va a gastar más para alcanzar los objetivos iniciales y, por el camino, va a molestar a los vecinos con ruidos a deshora.
Imaginaos que se gasta más en jornadas de noche, se molesta a los vecinos, denuncian y hay que multar al Ayuntamiento, las obras se prolongan, llueve (es Otoño) y las obras no se acaban antes de Navidad. Puede suceder y las obras podrían haberse iniciado en otro momento y haberse planificado correctamente. Quizá haya que mentir en los plazos de ejecución en los concursos públicos, exagerar la eficiencia de la empresa concesionaria. Quizá las empresas de construcción se dediquen a construir para ganar dinero y no para dar el mejor de los servicios.
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