En el día de hoy, hemos conocido la trágica noticia del fallecimiento de
Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de la Venezuela Bolivariana,
referente de toda la América Latina insurrecta y rebelde, así como de
todas/os los revolucionarios del mundo entero.
Nacido en una familia humilde, Hugo Chávez, saltó a la palestra
internacional tras la intentona revolucionaria de 1992, en la que un
grupo de jóvenes oficiales, guiados por las ideas de Bolívar y dirigidos
por Chávez, trataron de derribar al entonces presidente Carlos Andrés
Pérez, responsable de centenares de muertes tras el estallido popular
conocido como el “Caracazo”. Dicha protesta se debió a la aplicación de
un salvaje paquete de medidas neoliberales, preludio de las que se
aplican hoy en Europa, y que generaron alzas de precios, despidos,
hambre y miseria.
Si bien no se lograron los objetivos militares, si se dejó sembrada la
semilla de descontento social hacia el bipartidismo y –en un momento
histórico de extrema dificultad tras la victoria de la contrarrevolución
en la URSS, donde preponderaban las tesis del fin de la historia- dejó
sembrada la esperanza de un cambio político y social en favor de las
grandes mayorías, asignatura pendiente de la revolución de
independencia.
Años después, tras su paso temporal por la cárcel, comenzó su carrera
política, donde, inspirado por Fidel Castro, dió cuerpo y contenido
político a la propuesta bolivariana, incrementando fulgurantemente su
popularidad, hasta la victoria electoral de la alianza patriótica en
1998.
Tras esta victoria, se inicia la Revolución Bolivariana, siendo su
primer y principal paso, la elaboración de la Constitución Bolivariana
de 1999, instrumento legal a través del cual se ponen las bases para una
mayor redistribución, democratización y garantías sociales al conjunto
de la población venezolana.
Sin embargo, los avances en materia social conseguidos por el gobierno
bolivariano se hicieron inaceptables para la clase dirigente venezolana,
la cual apoyada por la mayoría de medios de comunicación nacionales e
internacionales y dirigida por el imperialismo, principalmente
norteamericano, trato de derribar al gobierno a través de diversas
formas, siendo el culmen el intento de golpe de estado de 2002, golpe
que fue abortado en las calles por los y las trabajadores/as venezolanos
en menos de 48 horas, sentando un precedente histórico, además de
enviar el mensaje claro de un pueblo que no iba a aceptar una vuelta al
pasado de opresión política, económica y social, ratificando al mismo
tiempo la voluntad de continuar y profundizar un proceso revolucionario que ponga rumbo al socialismo.
Tras la victoria sobre el golpe, y los sucesivos triunfos contra la
desinformación, el paro petrolero, las “guarimbas”, el acaparamiento,
etc, se va acentuando la conciencia política de las masas venezolanas,
el carácter revolucionario del gobierno y el sentimiento internacional
de solidaridad para con la revolución bolivariana, hecho en el cual,
tuvo un papel fundamental el 16º Festival Mundial de la Juventud y los
Estudiantes.
Así, durante este tiempo, se van desarrollando las misiones
bolivarianas, los consejos comunales, la alfabetización, la subida de
salarios, el empoderamiento constante de las y los trabajadores, la
nacionalización de empresas, la recuperación de recursos naturales, la
constante organización popular, la universalización y la gratuidad de la
educación,
el incremento del papel de la mujer, el otorgamiento de derechos a las
minorías étnicas, el reconocimiento de la diversidad sexual, el apoyo
incondicional a los pueblos explotados del mundo, como los pueblos
saharaui y palestino, y ante todo, el fomento de la solidaridad
internacionalista entre los pueblos de América Latina y el Caribe,
consagrado en la Alternativa Bolivariana para las Américas.
La revolución bolivariana, comandada por Hugo Chávez, ha sido la punta
de vanguardia continental, imprescindible para que otros pueblos
pusieran fin a la larga noche del capitalismo. Sin el papel jugado por
Venezuela, no hubiera habido o hubiera sido más difícil el desarrollo de
otros procesos como los que hoy se desarrollan en Ecuador y Bolivia así
como Cuba, no hubiera sido posible el impulso del proceso de Paz en
Colombia.
A pesar de las dificultades y las contradicciones, la dirección de Hugo
Chavez, ha sido exponente de muchas de las cosas que las/os comunistas
defendemos, siempre desde la perspectiva de la necesidad de la
profundización de las transformación radical de la economía y la
sociedad, convirtiéndose en un referente histórico universal para todos
aquellos que aspiramos a una nueva sociedad, cuya obra no será olvidada
jamás.
Por todo esto:
Desde la Unión de Juventudes Comunistas de España, en nombre de todas/os
sus militantes, trasladamos nuestro más profundo pésame a la familia de
Hugo Chávez, al pueblo venezolano, al Gobierno Bolivariano, y a su
delegación diplomática acreditada ante el estado español.
Confiamos en que el pueblo venezolano, sabrá mantener la unidad
indispensable para resistir los envites del imperialismo y la oligarquía
venezolana, y para mantenerse en la línea de transformaciones
revolucionarias.
No descartamos ninguna maniobra insensata por parte del imperialismo y
de la oligarquía venezolana. Llamamos a toda nuestra militancia y a toda
la solidaridad internacionalista del estado español y el mundo entero a
mantenerse en guardia ante cualquier provocación, y a reaccionar de
urgencia para defender a la Venezuela bolivariana.
“Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos”
Comandante Hugo Chavez Frias
¡Presente!
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