El alcalde de Guadalajara, Antonio Román, aprobó una reciente subida de la Tasa de Agua y Alcantarillado para este año, de la que los más perjudicados serán los usuarios que pagan esta tasa en Comunidad.
La empresa Guadalagua ha mandado a algunos de los usuarios una carta para informales de que sus contadores son de 15mm, mientras que están pagando por unos de 13mm, denominándolo como “discrepancias de calibre”. Esto en la práctica supone, en palabras del concejal de IU en el Ayuntamiento, “un incremento del 169% respecto a la tarifa de 13mm, o lo que es lo mismo pasarían de pagar 16,32€/anuales a pagar 43,92 euros anuales, es decir 27 euros más por usuario”. En cifras se transforma en que la ciudadanía pasa de pagar 4.800.000 euros, a pagar mas de 6 millones, lo que supone una subida de 1.264.854€.
Sin embrago, Guadalagua se opone a cambiar los contadores de los usuarios afectados para que paguen lo mismo, ya que según ellos eso concierne a los propios clientes del servicio, siendo un claro abuso de poder al controlar totalmente el servicio y el propio Ayuntamiento ha violado la seguridad jurídica en pos del beneficio privado; viéndose reflejado en que hace más de un año se aprobó una moción de IU para que el Ayuntamiento tuviera más poder de decisión que la propia empresa del servicio, pero después de un año no se sabe, dando todavía más beneficio a la empresa, que a los ciudadanos.
Todo esto se ve contrariado a los argumentos que dio Antonio Román en julio de 2008, argumentos que hacen referencia a las viejas ideas ultraliberales sobre que la gestión privada mejora la eficacia y la calidad del servicio, sumado con la falsa promesa de no subir las tarifas a los usuarios. Pero esto tan solo se ve en los reclamos publicitarios porque en la praxis es todo lo contrario, convirtiéndose un servicio básico para la ciudad como es el agua, en un negocio lucrativo.
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