Lara Hernández vive en Berlín desde 2012. Es una joven de las cientos de miles que han salido del país por no encontrar alternativas dignas al paro y la precariedad. Ha participado activamente en las luchas contra el Proceso de Bolonia y ha ocupado las plazas con el movimiento 15M en Madrid. Su trabajo en este ámbito le ha llevado a colaborar con la Fundación Rosa Luxemburgo investigando sobre movimientos sociales. En Berlín participa junto a otros compañeros y compañeras en el movimiento juvenil Marea Granate, que denuncia el exilio laboral y reclama su derecho a volver. Es el número 10 de la candidatura de IU a las elecciones europeas.
Mundo Obrero: Lara, ¿en qué contexto se producen estas elecciones?
Lara Hernández: Para comprender el contexto en el que van a tener lugar estas elecciones es necesario referirse primero a la ofensiva desatada por la Troika y a la salvaje implantación del capitalismo que la Unión Europea y el gobierno del Partido Popular están llevando a cabo. Nos han vendido que esta crisis es una crisis por causas técnicas, que aquí no hay ni buenos ni malos sino que se trata de un desajuste económico, financiero. Esto es falso. Nos enfrentamos a una crisis orgánica del capitalismo. Y para entenderla, necesitamos comprender también en qué modo se permite entrar a España en la Unión Europea. En la división internacional del trabajo, se nos ha impuesto un papel determinado: el desmantelar nuestra industria para no competir con otros países y limitarnos a sectores económicos poco relevantes. En esta medida, se nos impone convertirnos en un país periférico y dependiente de los países del centro y norte europeo, un país en el que nuestro sistema productivo ha sido desmantelado a costa de convertirnos en una de las playas de Europa.
M.O.: ¿Cuál es el problema con la Unión Europea?
L.H.: Esta crisis es el resultado de un proyecto de integración regional en la Unión Europea defendido por los partidos mayoritarios, y que desde Maastricht hasta el Tratado de estabilidad presupuestaria, concretó un golpe de Estado. La soberanía nacional se ha desplazado hacia la Troika, de tal modo que el nuevo escenario que se abre facilita la aprobación de reformas estructurales en dos ámbitos: en el espacio económico y en el espacio político.
L.H.: Esta crisis es el resultado de un proyecto de integración regional en la Unión Europea defendido por los partidos mayoritarios, y que desde Maastricht hasta el Tratado de estabilidad presupuestaria, concretó un golpe de Estado. La soberanía nacional se ha desplazado hacia la Troika, de tal modo que el nuevo escenario que se abre facilita la aprobación de reformas estructurales en dos ámbitos: en el espacio económico y en el espacio político.
Este proceso hunde sus raíces en el mismo proceso de construcción de la UE. En este mapa, ¿qué papel le corresponde al Parlamento Europeo hasta ahora? El actual no es un verdadero espacio de toma de decisiones en la UE. Es la Comisión Europea la que de verdad decide. Por ello, esta situación es difícilmente reversible desde el Parlamento europeo, lo que no significa que no deba ser usado como altavoz y desde él visualizar los conflictos para denunciar qué es la UE.
Todo lo anterior deja claro que la UE y el euro han sido diseñados para potenciar la hegemonía de la banca, el capital transnacional y los grupos económicos dominantes. Es por eso que la Unión Europea es irreformable en sus instituciones e inservible para un proyecto realmente democrático y socialmente avanzado. Por lo que es necesario iniciar un proceso constituyente como medio para superar este modelo y fundar un nuevo proyecto de integración europea sobre otras bases.
M.O.: ¿Por qué son tan importantes estas elecciones?
L.H.: El ciclo electoral que se abre el 25 de mayo es la penúltima batalla del ciclo de movilización social, sindical y política en que nos encontramos. Estamos en un momento de excepcionalidad histórica que no va a durar para siempre. La ventana de oportunidades se puede cerrar y quizás tardemos décadas en vivir una oportunidad de transformación social como ésta. Porque por supuesto que saldremos de la crisis tarde o temprano. El debate no está ahí. La cuestión reside en a qué llamamos salir de la crisis. Si a que la banca recupere el negocio a cambio de que las condiciones de vida de la clase trabajadora se destruyan por completo. O si vamos a llamar salir de la crisis a ganar la batalla de liberación popular contra la Unión Europea alemana. Por ello, el próximo 25M es imprescindible reforzar la presencia de la izquierda transformadora en la Unión Europea como vía para derrotar al bipartidismo imperante en el Parlamento europeo también y enfrentarnos a la Troika en su terreno.
L.H.: El ciclo electoral que se abre el 25 de mayo es la penúltima batalla del ciclo de movilización social, sindical y política en que nos encontramos. Estamos en un momento de excepcionalidad histórica que no va a durar para siempre. La ventana de oportunidades se puede cerrar y quizás tardemos décadas en vivir una oportunidad de transformación social como ésta. Porque por supuesto que saldremos de la crisis tarde o temprano. El debate no está ahí. La cuestión reside en a qué llamamos salir de la crisis. Si a que la banca recupere el negocio a cambio de que las condiciones de vida de la clase trabajadora se destruyan por completo. O si vamos a llamar salir de la crisis a ganar la batalla de liberación popular contra la Unión Europea alemana. Por ello, el próximo 25M es imprescindible reforzar la presencia de la izquierda transformadora en la Unión Europea como vía para derrotar al bipartidismo imperante en el Parlamento europeo también y enfrentarnos a la Troika en su terreno.
M.O.: ¿Cuál es el papel del PPSOE en todo esto?
L.H.:Todas las políticas del PPSOE van destinadas a garantizar el pago de la deuda. El ejemplo más claro de esto es la reforma del artículo 135 de la Constitución por el cual se prioriza el pago de la deuda por encima de las necesidades de la mayoría social. Por otro lado, ¿qué creemos que van a hacer el PP y el PSOE durante la campaña? Van a hacer lo único que saben y vienen haciendo, criticarse el uno al otro. Pero en verdad, a través de ese juego de autorreferenciarse que escenifican, solo buscan reforzarse el uno al otro. Este juego de crítica hace que parezca que no hay mayor alternativa al PSOE que el PP y viceversa. Nuestra salida de esta farsa debe pasar por señalar al verdadero culpable: la Europa de los mercaderes y el capital, al servicio del cual trabajan estos dos partidos.
L.H.:Todas las políticas del PPSOE van destinadas a garantizar el pago de la deuda. El ejemplo más claro de esto es la reforma del artículo 135 de la Constitución por el cual se prioriza el pago de la deuda por encima de las necesidades de la mayoría social. Por otro lado, ¿qué creemos que van a hacer el PP y el PSOE durante la campaña? Van a hacer lo único que saben y vienen haciendo, criticarse el uno al otro. Pero en verdad, a través de ese juego de autorreferenciarse que escenifican, solo buscan reforzarse el uno al otro. Este juego de crítica hace que parezca que no hay mayor alternativa al PSOE que el PP y viceversa. Nuestra salida de esta farsa debe pasar por señalar al verdadero culpable: la Europa de los mercaderes y el capital, al servicio del cual trabajan estos dos partidos.
M.O.: Lara, desde el principio has venido participando de la Marea Granate, coméntanos sobre sus orígenes y la lucha de este movimiento social.
L.H.: La Marea Granate surge al calor de las luchas sociales que se producen en el contexto del Estado español tras el 15M. Surge en el exterior y con el objetivo estratégico de agrupar bajo un único paraguas las reivindicaciones y convocatorias de las miles de personas jóvenes que residen actualmente fuera y que ante la dispersión geográfica que caracteriza a la migración decidimos situar nuestras luchas bajo un rótulo común.
L.H.: La Marea Granate surge al calor de las luchas sociales que se producen en el contexto del Estado español tras el 15M. Surge en el exterior y con el objetivo estratégico de agrupar bajo un único paraguas las reivindicaciones y convocatorias de las miles de personas jóvenes que residen actualmente fuera y que ante la dispersión geográfica que caracteriza a la migración decidimos situar nuestras luchas bajo un rótulo común.
La Marea Granate coge este color por el granate de nuestros pasaportes y nace y crece con tres objetivos fundamentalmente: en primer lugar, visibilizar el fenómeno del exilio económico juvenil. En esa visibilización del fenómeno hay que sacar a la luz cifras, estadísticas, que rompan con el discurso oficial. En segundo lugar, denunciar la retórica oficial que se viene manejando desde el gobierno central que intenta trasmitir una visión positiva de la emigración con el fin de manipular las tasas de desempleo general. Y en último lugar, organizar y movilizar. La Marea Granate es un movimiento social que busca acoger a las personas migrantes en los distintos países de destino mediante redes de apoyo, constitución de asociaciones, denuncia del papel fantoche que cumplen las instituciones españolas en el exterior, y busca también tender puentes con los movimientos y organizaciones políticas allí presentes.
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