A
principios del 2011, en una reunión a espaldas de todo el estudiantado, se
producía una reunión entre Ana Patricia Botín y todos los rectores, no había en
ese momento rectoras, de las Universidades españolas en la que acordaron la
fase final del proyecto de mercantilización y elitización de la Universidad
tras el Plan Bolonia, al que se le llamaron “Universidad 2015”. A finales de ese mismo
año, tras la victoria del PP en las elecciones generales, el proceso se paró al
parecerles demasiado blando.
El
Gobierno de Rajoy no se atrevió a realizar una ley universitaria que abarcase a
toda la comunidad educativa, ya que no contaban con el apoyo ni siquiera de las
comunidades autónomas donde gobernaba su propio partido, esto se vio con la
LOMCE, están llevando acabo sus planes a golpe de real decreto.
Lo
próximo que quieren aprobar antes de terminar su legislatura, marcada por los
recortes en derechos tan básicos como la educación, será para facilitar la
creación de Universidades privadas y la acreditación para ser docente
universitario. Esto se veía venir por el hecho de que en España hay 50
Universidades públicas y 31 privadas y que en los últimos 18 años solo se han
construido 19 centros privados. De ahí, que mientras el discurso oficial nos
habla de como la universidad pública es insostenible aun teniendo graves
carencias y margen de mejora , también nos insisten en que habrá que iniciar el
proceso de fusiones de centros universitarios para que sea más rentable al
estado pagar la
educación. Por lo que las clases dominantes vuelven a
plantear otra vez en su discurso hegemónico la privatización de la educación ,
vendiéndola al mejor postor.
Esto
va a suponer en primer lugar que se puedan producir más contrataciones a dedo
por parte de rectores y decanos y que el PDI continúe bajo el sistema de la precariedad. Con
el nuevo sistema de financiación, recibirán más dinero las Universidades que se
consideren más eficaces, es decir, las que sean más rentables (para el Estado
siempre va a ser más rentable la privada) y tengan un profesorado más
excelente. La calidad será medida por agencias de evaluación externas, que
representan los intereses del gran capital.
Esto
podría acabar en una competición entre Universidades por la contratación de
este profesorado, estando la publica en clara desventaja, lo que acabará
dividendo las Universidades en universidades de primera y universidades de
segunda, algo que veníamos denunciando en la UJCE desde 2013. Con la excusa de
la crisis, se acabaran tomando medidas como especializar centros (sin ampliar
las becas de movilidad) o cerrarlos directamente (“racionalización de la oferta
académica bajo criterios de mayor calidad y eficiencia”). Con todo ello lo que
se busca es una elitización de la Universidad y expulsar, a partir de pago de
matriculas elevadas, a la clase obrera de la enseñanza superior.
Pero
a las estudiantes de CLM esto no nos extraña ya que el año pasado el rector de
la UCLM se adelantó a todas estas medidas e implanto una Ley de Mecenazgo que
impone la voluntad de las empresas privadas que financian la Universidad sobre
los intereses de las estudiantes y de la propia Universidad,
ya que tanto la oferta de títulos e investigaciones docentes variaran según sus
intereses.
Un
ejemplo de ello es Enresa: una de las empresas que tiene un convenio firmado
con la UCLM. Dicha
empresa es la encargada de la gestión de todas las centrales nucleares del país
y que se va a encargar de construir el cementerio nuclear en Villar de Cañas,
obra faraónica que no tiene más consenso que el del PP, que necesita de
estudios sobre los terrenos de la zona para poder construirlo finalmente… ¿los
estudios de la UCLM de estos terrenos van a ser objetivos?
Desde
la UJCE en Castilla-La Mancha hacemos un llamamiento al estudiantado para que
se movilice, se informe sobre la situación real que vivimos y que los medios de
comunicación tratan de esconder. El estudiantado tiene que alzar su voz y
organizarse contra estos ataques.
Ante sus ataques, Nuestras respuesta
No a la educación privada