Denunciamos la hipocresía de la campaña publicitaria de las Fuerzas Armadas con motivo del 12 de octubre

Para la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) resulta indignante que sigan disfrazando de misión humanitaria la guerra abierta que existe en Afganistán.

En opinión de las Juventudes Comunistas los recientes ataques, el avance militar de la insurgencia anunciado por la propia OTAN y el intento de asalto a la base española de Qala i Naw, el cual obligó a los efectivos del ejercito español a permanecer varios días acantonados, reflejan el claro recrudecimiento de una misión que poco tiene de humanitaria y que cada vez con más claridad se visualiza como una guerra abierta.

Por ello desde la organización juvenil comunista, denunciamos que la campaña publicitaria de las Fuerzas Armadas con motivo del 12 de octubre, resulta humillante para el pueblo afgano, país que ya ha pagado con cientos de miles de víctimas los costes de una guerra imperialista por el control de los recursos energéticos y geoestratégicos. Guerra, que además de estar perdiéndose por las fuerzas de ocupación de la ISAF, también ha generalizado la muerte por los/as soldados/as ocupantes. Ya se han contabilizado miles de víctimas de la OTAN, entre ellas 92 españolas, y es que no hay que olvidar que ha sido durante el periodo de gobierno del PSOE cuando se ha multiplicado por cinco la presencia española en Afganistán

Mientras el Gobierno ha aprobado una de las reforma laborales más duras en la historia de este país, ni se plantea siquiera el recorte en gastos militares. Las trabajadoras y los trabajadores además de ser quienes sufrimos la crisis, somos quienes pagamos las aventuras militares del gobierno del PSOE al servicio del imperialismo yanki.

Por todo ello y por lo que simboliza seguir celebrando el 12 de octubre como fiesta nacional, las Juventudes Comunistas llamamos a la juventud a luchar por una República cuyos valores se alejen de celebrar con desfiles militares las fechas más vergonzosas de nuestra Historia, con el horizonte puesto en lograr un mundo de paz, solidaridad y transformaciones sociales, tal como reza el eslogan del 17º Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se celebrará a finales de año en Sudáfrica.